Os voy a presentar a nuestro nuevo "chico" en casa. Aunque puede parecer un pez, se trata de un dibujo que mi Javier (3 añitos) ha hecho de su papá y que hemos transformado en un muñequito de peluche... y es que este fin de semana Javier, sus dos hermanas mayores y yo, nos hemos dedicado a eso... ¡A convertir dibujos en peluches!
¿Cómo se puede hacer? Pues de varias maneras: haciendo el dibujo y pasándolo a un transfer, utilizando rotuladores o pinturas especiales o, como lo hicimos nosotros, utilizando rotuladores permanentes (que es lo que teníamos en casa).
Os explico como hicimos cada uno de los peluches:
- Cada niño cogió un trozo de tela clara y dibujó lo que quería que fuese su peluche
- Cuando terminaron sus dibujos dejamos secar un poquito las telas y las planchamos
- Después cogimos un resto de tela que teníamos en casa. Esa tela la utilizamos para hacer la parte de atrás de cada peluche
- Juntamos las dos telas por el revés (la que contenía el dibujo y la de la parte de atrás) y las cosimos alrededor del todo el dibujo excepto en una esquinita que dejamos abierta sin coser (quedando como una especie del bolsa)
- Por esa esquinita sin coser dimos la vuelta a la bolsa que formaban las telas y la rellenamos
- Una vez rellena, cosimos la parte que quedaba abierta y... ¡voilà! cada uno de los niños ya tenía su peluche
La verdad es que me hace muchísima gracia, porque Javier alucina con su nuevo muñeco. Por supuesto, el peluche hará su primer viaje al colé muy pronto; Javi se lo quiere enseñar a su profe...
Aquí metiendo el dedito por la parte que nos faltaba por coser...
Creo que le voy a poner la fecha, así, cuando sea mayor sabrá como veía a su padre con sólo tres añitos.
¿Os ha gustado? Espero que sí y que os animéis a hacer vuestros propios peluches. Y si los hacéis con los pequeños de la casa, mucho mejor... os servirá para compartir cosas juntos, que es lo realmente importante con ellos (y además se divertirán un montón).
¡Disfrutad mucho y no os olvidéis de ser felices!