Cuando es sábado por la tarde y llueve mucho para salir a la calle y hay tres niños en casa... ¡buf! el tiempo puede pasar muy, muy despacio. No hay que desesperarse, hay miles de cosas que hacer para que se diviertan (te diviertas), aprendan (aprendas) y el tiempo les pase (te pase) volando.
El sábado pasado no dejo de llover, pero no nos desesperamos... y así pasamos parte de la tarde:
Nos fuimos (bajo un paraguas) a una papelería que tenemos a 50 metros de casa de casa y compramos rotuladores de tela. Compramos los "Carioca" (ya los había cuando yo tenía 8 años). ¡A que son bonitos!
El paquete incluía rotuladores en rojo, azul, amarillo, marrón, verde y negro. Con ellos y restos de una tela blanca que tenía en casa, nos pusimos a dibujar.
Las niñas (9 y 11 años) tenían muchas ganas de dibujar pero no sabían que. Cuando les enseñé uno de mis tableros de Pinterest enseguida se llenaron de ideas. A Javi (4 años) parecía que le sobraba imaginación y comenzó a pintar y colorear sin parar ni preguntar.
Cuando terminaron de pintar y colorear planchamos la tela por el revés (como dicen las instrucciones de los rotuladores). Ya teníamos nuestra tela dibujada, "auténtico handmade": "¿Qué hacemos con esto, mami?" - me preguntaron.
Después de pensar muy poco decidimos hacer unos cojines para sus habitaciones. Este es el proceso:
- Cogemos un canutillo de color (como el de la foto de abajo). Nos servirá como borde del cojín y hará que los dibujos resalten más.
- Unimos y sujetamos con alfileres los tres elementos que darán forma al cojín: i) la tela dibujada (será una cara del cojín), ii) tela blanca (un trozo de la misma que pintamos y que será la otra cara del cojín) y, iii) el canutillo (que será el borde del cojín).
- Lo cosemos (con máquina mejor).
¡fácil, eh!
Mirad que cojines más artísticos y personales y mirad que feliz Javi con el suyo.
Hoy se lo lleva al colé para enseñárselo a su profe.
¡Sed felices!